Caral
Patrimonio Cultural
Descubrimiento arqueologico
En 1905, Max Uhle en Áspero, un asentamiento situado en el litoral del valle de Supe, a 23 km de la Ciudad Sagrada de Caral, en el Perú. Julio C. Tello exploró el mismo lugar en 1937. No hay evidencias que ellos se adentraran en el valle de Supe y, por lo tanto, que llegaran a conocer la Ciudad Sagrada de Caral.
El primero que llamó la atención sobre la Ciudad Sagrada de Caral (Chupacigarro Grande) fue el viajero estadounidense Paul Kosok, quien visitó el lugar junto con el arqueólogo estadounidense Richard Schaedel en 1949. En su informe, publicado en el libro "Life, Land and Water in Ancient Peru", en 1965, mencionó que Chupacigarro (como se le conocía a la Ciudad Sagrada de Caral entonces) debía ser muy antiguo, pero no pudo mostrar cuánto.
En 1975, el arquitecto peruano Carlos Williams hizo un registro de la mayoría de los sitios arqueológicos en el valle de Supe, entre los cuales registró a Chupacigarro Grande, a partir del cual hizo algunas observaciones sobre el desarrollo de la arquitectura en los Andes, que presentó primero en el artículo "Arquitectura y Urbanismo en el Antiguo Perú", publicado en 1983 en el tomo VIII de la serie "Historia del Perú" de la editorial Juan Mejía Baca, y después en el artículo "A Scheme for the Early Monumental Architecture of the Central Coast of Peru", publicado en 1985 en el libro "Early Ceremonial Architecture in the Andes".
En 1979, El arqueólogo francés Frederic Engel visitó el lugar, excavó y levantó un plano del mismo. En su libro "De las Begonias al Maíz", publicado en 1987, Engel afirmó que Chupacigarro Grande (como aún se conocía a la Ciudad Sagrada de Caral) pudo haber sido construido antes de la aparición de la cerámica en los Andes (1800 a. C.). Sin embargo, los arqueólogos andinos asumieron que el asentamiento era "acerámico", es decir, que había sido construido por una población que no utilizaba la cerámica, aunque ya se conocía en otros lugares de los Andes.
En 1994, Ruth Shady recorrió nuevamente el valle de Supe e identificó 18 sitios con las mismas características arquitectónicas, entre los cuales se encontraban los 4 conocidos como Chupacigarro Grande, Chupacigarro Chico, Chupacigarro Centro y Chupacigarro Oeste. Para diferenciarlos Shady los denominó, Caral, Chupacigarro, Miraya y Lurihuasi. Caral, Miraya y Lurihuasi son los nombres quechua de los poblados más cercanos a los sitios. Chupacigarro es el nombre español de un ave del lugar.
Shady excavó en Caral a partir de 1996 y presentó sus datos por primera vez en 1997, en el libro "La Ciudad Sagrada de Caral-Supe en los albores de la civilización en el Perú". En ese libro sustentó abiertamente la antigüedad precerámica de la Ciudad Sagrada de Caral, afirmación que consolidó de manera irrefutable en los años siguientes, a través de excavaciones intensivas en el lugar.
Antiguedad
La antigüedad de la Ciudad Sagrada de Caral se ha confirmado a través de 42 fechados radio carbónicos realizados en los Estados Unidos. Según éstos, la Ciudad Sagrada de Caral tiene una antigüedad promedio que data de 5000 años aproximadamente, cuando en el resto de América el desarrollo urbano comienza 1.550 años después. Su hallazgo cambia los esquemas que hasta ahora se tenían sobre el surgimiento de las antiguas civilizaciones en el Perú.Hasta hace poco se consideraba a Chavín de Huántar como uno de los focos culturales de más vieja data en el Perú, con un máximo de 1500 años a.C.
Poblacion
Los cálculos más conservadores estiman que la ciudad sagrada de Caral albergó de 1.000 a 3.000 habitantes. Acá se encontro el quipu mas antiguo.Extension
La Ciudad Sagrada de Caral tiene 66 hectáreas, divididas en dos zonas, una central y la otra periférica.Ciudad Sagrada
Se le ha llamado también ciudad sagrada, ya que es una época en que por primera vez, que se sepa hasta ahora, las sociedades peruanas tuvieron un gobierno central, se establece el estado y utiliza la religión como medio de afirmación.Todo lo que se ha excavado en la ciudad está impregnado de religiosidad. Hay muchos fogones construidos para ofrendas. Hay señales de posibles rituales en cada lugar. No solamente en las áreas de espacio público o en los templos sino incluso en las casas.
Quipu
En el año 2005 se expusieron en el Perú nuevos hallazgos realizados en Caral por el equipo dirigido por la arqueóloga Ruth Shady, principal redescubridora de esta ciudad. Se ha encontrado un resto textil interpretado como un quipu en regular estado de conservación, lo que implicaría que este sistema de registro de datos tiene casi cinco mil años y nó los mil quinientos comprobados anteriormente. A diferencia de las bolsas de junco (llamadas shicras) que se encuentran en los rellenos de las construcciones, y que contenían piedras, el quipu, hecho con hilos de algodón, fue hallado colocado como ofrenda, con otros objetos.También se ha presentado la reconstrucción de un posible habitante, en base al cráneo de un muchacho de unos veinte años sacrificado en aquellos tiempos.Peculiaridad de la Cultura Caral
A raíz de las investigaciones de los yacimientos, se llegó a la conclusión de que Caral ejercía como capital económica de una amplia región gracias a su trabajo de agricultura, cuyos productos intercambiaba con los pescadores de la costa u otras poblaciones. Esto se entiende al comprobar la abundancia de restos de productos marinos en Caral, estando ésta a unos 20 km de distancia de la costa más cercana. La centralidad de Caral, a la vista de los estudios, fue ejercida de una forma completamente pacífica durante un periodo que podría ser de 500 a 1000 años, durante los cuales Caral no dejó restos de fabricación de armas, testimonios o evidencias de haber organizado un ejército o liderado una guerra sobre la que dejar constancia. Esta posibilidad ha sorprendido a investigadores de varios ámbitos que se interesaron por Caral. Ademas en la epoca tambien estaban los quipus que utilizaban como medio de mensajes para comunicarse.
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